Lentejas con Orejas de Cochinillo asado crujiente

Las lentejas es uno de los platos de cuchara más populares en nuestra cultura y uno de los más recurrentes en época invernal. Además de su genuino sabor, son múltiples los beneficios que nos aporta. Esta receta de lentejas con cochinillo es para ti.

Hoy prepararemos una receta de lentejas con COCHINILLO con la que… ¡te chuparás los dedos!

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Ingredientes

6 Orejas de cochinillo
Aceite de oliva
1 Cabeza de ajo
350 g de lentejas
2 Zanahorias
1 Cebolla
1 Rebanada de pan
12 Almendras
1 Hoja de laurel
1 Cucharadita de pimentón

LENTEJAS CON OREJAS DE COCHINILLO ASADO CRUJIENTE

Para comenzar esta receta de lentejas con orejas de cochinillo asado crujiente, pon las lentejas en remojo durante dos horas en agua fría.

Mientras tanto, toma las orejas del cochinillo bien porque las hayas aprovechado o porque las vayas a adquirir. Coge una cazuela y cúbrela bien con aceite de oliva. Confita las orejas de cochinillo y añade la cabeza de 2 ajos partida por la mitad. Déjalo cocinar durante dos horas a fuego lento.

Ahora vas a pelar las zanahorias para cortarlas en daditos pequeños. Coge una nueva cazuela agrega agua fría junto con las lentejas «ya escurridas» y ponle una hojita de laurel.

Es el momento de hacer nuestro sofrito. Para ello, pica la cebolla y déjala pochar en una sartén hasta que esté hecha. Luego, añade 2 dientes de ajo laminados y dóralos. Lo retiras y reserva para introducir en el mortero. Fríe una rebanada de pan con almendras y retiramos también. Con el aceite fuera del fuego, añadimos pimentón (ten mucho cuidado y remueve para que no se queme).

Ahora coge el mortero y tritura el majado de pan frito, ajo y almendras hasta obtener una pasta fina. Ésta, la vas a añadir a mitad de la cocción de las lentejas. Tendrás que remover y probar el punto de sal que le quieres dar.

Mientras terminan de cocinarse, preparamos nuestras orejas de cochinillo crujiente. Coge de nuevo la sartén con abundante aceite y cuando esté bien caliente añade poco a poco las orejas ya confitadas hasta que hayan tomado ese tono dorado que tanto os gusta y adquieran esa textura crujiente.

Y finalmente, solo tendrás que servir tu plato de lentejas y coronar con la orejita. ¡Sencillamente…delicioso!

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