El cochinillo asado forma parte de la tradición de la cocina Castellana desde la invasión del Imperio Romano. Ganó popularidad en el siglo XVII al ofrecerse a los viajeros que se dirigían a la Corte. Ya a mediados del siglo XX diversos restaurantes de Segovia ofrecían el exquisito manjar. En tiempos de bonanza, se consideró al cochinillo un producto de lujo, ya que, mientras del cerdo grande se obtienen muchos kilos de carne de diversos tipos, el cochinillo era un antojo de reyes.
El cochinillo se considera una comida de reyes por varias razones. Años atrás su preparación requería de habilidad y técnica especializadas para lograr la textura y el sabor perfectos, cosa que a día de hoy es sencillo de preparar. Además, históricamente, este plato ha sido parte de celebraciones importantes y banquetes reales. Su presentación entera y asada suele ser impresionante y se asocia con la opulencia y la generosidad, lo que lo convierte en una opción popular para ocasiones especiales, como banquetes reales y festividades importantes.
¿Porqué los Reyes comían Cochinillo?
Los reyes y la nobleza a menudo consumían cochinillo por varias razones históricas y culturales. En primer lugar, la carne de cerdo, incluido el cochinillo, ha sido tradicionalmente considerada como una carne de alta calidad y sabor en muchas culturas. En épocas pasadas, la carne de cerdo solía reservarse para las clases más altas, incluyendo a la realeza, debido a su escasez y coste elevado en comparación con otras carnes disponibles, a lo que hoy tiene mayor accesibilidad y diversidad. Además, la piel crujiente y dorada junto con la carne tierna hacen que sea un plato muy apreciado en eventos especiales y ceremoniales.
¿Porqué El Cochinillo se considera una comida de Reyes?
En muchas culturas, la comida ha sido utilizada como una manera de mostrar riqueza y poder. Los banquetes reales solían incluir platos ostentosos y lujosos para impresionar a los invitados y para demostrar el estatus del anfitrión. El cochinillo asado, por su sabor y su presentación visual, se convirtió en uno de esos platos que simbolizaban el estatus.
Por lo tanto, la elección de consumir cochinillo por parte de los reyes no solo se basaba en su sabor y calidad, sino también en su simbolismo cultural y la riqueza de quienes lo disfrutaban.
¡Dale brillo a tu comidilla. Tabladillo, el cochinillo!
