Un hito que no podíamos dejar de compartir con vosotros, porque para nosotros, aquí, en plena campiña segoviana, es como cuando llega ese pedido de cochinillo y lo abres con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Pura satisfacción!
Hasta hace poco, nos conectábamos a internet a través de una antena que nos daba lo que podíamos, unos 50mb. ¡Eso sí, ya nos las apañábamos! Pero la vida rural tiene sus retos, y aunque seguimos rodeados de campo, caminos y aire fresco, ahora nos hemos traído un poco de innovación al campo: la fibra óptica nos da unos impresionantes 900mb de velocidad.
Este salto es mucho más que «números». Es un reflejo de nuestro esfuerzo constante por crecer y mejorar, al igual que lo hacemos con el cochinillo. Porque si hay algo que siempre nos ha caracterizado, es el compromiso con la calidad, tanto en nuestros productos como en nuestra manera de trabajar.
Para nosotros, contar con esta nueva conexión significa mejorar procesos, agilizar nuestras comunicaciones y, sobre todo, seguir ofreciendo lo mejor de lo mejor. Desde Segovia para el mundo, con más velocidad que nunca, pero sin perder la esencia de nuestra tierra y de lo que nos mueve: el cochinillo, la innovación, y ese cariño por lo rural que nos define.
Seguimos creciendo, innovando y, cómo no, brindando lo mejor de nuestra casa a la vuestra. ¡Quién dijo que en el campo no se puede ir a toda velocidad!
Aquí, en Tabladillo, internet vuela… ¡y el cochinillo ni os contamos!